martes, 7 de mayo de 2013

Recuerdos.

  



















Reconozco la noche
que fue mi agonía.
Él era de bruma
dentro de la lluvia.
Yo latía toda miedo
midiendo las horas,
guardándome palabras.
No me olvido de la noche
pájaro de ojos cerrados
que amaba susurrando.
Y fingimos la luna
golpeando en la ventana.
Se despejó la bruma
el vidrio se hizo cuarzo,
sollozaron las rosas
entregándose al rocío.
Amor que tañía el cristal
en la oscuridad era lobo
luego un perro desganado.

Sin embargo,
todavía, escucho la campana.
Aunque no vuelva el hombre,
con forma de payaso...



© 2013 MonicavonMüller



sábado, 17 de marzo de 2012

Analogía Transitiva




Tiempos bruñidos, enfáticos,
movidos hacia un lugar puntual.
Atardecer guarecido de la lluvia,
falso disfraz de horizonte que huye
cubierto de ropaje sacerdotal.
Dentro de la mente inquieta
(ruidosa de muchedumbre)
su instinto vive dañado de sí mismo.
(Demencialmente vivo)
Éter impuro dentro del pecho
(tallado de tristeza)
Externo, se moja donde desovan las sierpes.
(Tendrá un día en que decida viajar dentro de sí
para detenerse en un punto exacto)
Lejano de todo aquello que solicite amparo.
Trazando en el aire un silencio que grita a todo
lo que empieza con pe de patrocinio.
El cuerpo lleno de esperanzas y desplante
camina por la acera, como si fuese una avenida
de vientres dóciles bajo los pies ligeros.
(Siente la vida como si se la hubiesen trasplantado)
Transitando en la rapidez exacta de atrapar momentos.
(Transpirando disyuntivas)
Pide regurgitar letras (ruega por ellas)
No todos somos capaces de soportar
el peso de nuestras palabras (ni sus ausencias)
Todo pasa a orillas de ese mar interminable
con olas indecisas de matices verdes.
Ese mar intenso, de brazos torneados,
que le hace conjugar un sueño.
Llegar al punto de partida
enfundado en un lejano cuerpo
que contiene dos espacios abiertos…

miércoles, 5 de octubre de 2011

Liberada






Quizá…
Despertar una mañana
desmayada de sueño
del cansancio y las horas
del amor en el cuarto.
Y tu mano en mi mano
andaría los rostros
(Dedos ligeros sensibles
buscando evocaciones
cinceladas en el labio)
Las mejillas frescas
tu boca poseída.
Mi inocente cuello
azul de mordedura.
Coexistir en fugitivos
mientras tu alabanza
apresara mi cuerpo
entregado al tuyo
para no dejarlo más.

(Fusión para debatir)

De la caricia perenne
El género frenético
(Nativo y solo)
Surgió.
Dentro de la mentira deliciosa
del increíble estrago embozado
de la casualidad pomposa
de todo aquel ensayo infinito
y el gatillo en la mirada

Hoy la palabra se disgrega.
Fuera del la pompa giratoria.
Has cambiado de vestido.
Con el invierno tenaz,
se fueron la multiplicidad
y el fuego.
Vacante, recuerdas un sueño.
(Remoto y delirante)
Después, la nada.
El triste presagio del olvido
partícipe perfecto de tus sueños.

Peregrina celeste redimida.
(Tu proyectado destino
fue de planetas y galaxias)
Imposible de alcanzar…

martes, 4 de octubre de 2011

Intenciones de olvido






Aves extendidas
son fecundas campiñas
que incluyen a tus ojos.
(Tus ojos son lo más cálido del espacio)
Matizan de sol a la inquietud del núcleo.
En ellos incubé una melancolía enorme
entramando dudas en esta tristeza unida
al borde de tus fanales cansados.
Como retoños débiles los sentidos de ónix
miraban a través de tu retrato.
Montándose en mi visual,
cabalgando dentro de mis pupilas.
Agonizándolas…
Hoy, este olvido cansado
de un desamor forzoso (e impuesto)
titubea y echa a andar.
Sin que me veas,
sin que te vea,
en la sutil finitud de las palabras...


-MonicavMüller-
4/10/2011.

martes, 27 de abril de 2010

" La visita"


Iba con los mercaderes del silencio
me acompañaban a ninguna parte
jugaba a no mostrarles mis derrotas
de aquellas rebeldías ancestrales.
Andaba por este lugar siempre cerca de ti
sé que todo ha concluido y no lo entiendo
antes de finalizar ya se había acabado.
Pasaba por el lugar y buscando sustancias
germinales se desangró el techo de mi vida.
Miro los rincones absolutos de tu casa y
nada quedó, es como si yo jamás gocé de todo
lo que te circunda como cien puntos sin luz.
Pasaba por aquí, no tengo apuro ahora.
Soy mujer de nadie una insignia sin solapas
una libreta sin direcciones una canoa vencida.
Sólo pasaba por este lugar y vine a ver si el gato
Mercurio de la pata torcida no se ha muerto.
¿Te das cuenta? el felino me toca más el sentimiento
que vos un ser humano( después de todo nunca te gustaron)
Sin embargo cuando emigré indivisible aquel día
se quedó a tu lado viendo como me marchaba.
Y me doy cuenta por qué no se fue conmigo
él quedó de amparo, porque ya estabas aquejado.


Caminé hasta aquí y pensaba con tristeza que
este barrio tan lindo ya no tiene veredas.
Un sol apagado se refugia en la plaza de enfrente
dónde no existen flores en los canteros grises.
¿Sabés que yo creía que en tu patio había cien malvones?
Cuando salgo de la pieza no me acompaña nadie
Mercurio me mira indiferente y se queda dormido.
Así como estás vos, sólo que él no está muerto.


Agradezco la pintura -óleo de Rosa Esther Méndez-

miércoles, 14 de abril de 2010

-Diálogo de Antípodas -





Madja

¿Sabes que te extraño? Me pregunto si me has perdonado o si quizás me odies con todas tus fuerzas, con rencor malvado. Yo no. No te odio, y en vez de olvidarte te recuerdo tanto que te pienso y digo ¿será que aún te amo?


Abdel
Tus reproches fueron socavando el muro que había erigido para protegernos de los vendavales, del odio tormentoso y de las trampas del desamor. No te odio ya. Sencillamente me he alejado. Tanto que mi voz es apenas el eco de un hilillo en la enorme distancia que aún clama tu nombre....
Madja
Hemos sido náufragos de un remolino oscilante. Blancos de ese amar equilátero del alba. No blancos, no intactos, ebrios de misterios hasta la aorta del tiempo y la lejanía. Fuimos y seguiremos siendo dos ángeles quemados. ¿Por qué preguntarse, si el odio, el desamor, la no caricia y el inexistente beso, si al fin lo hermoso está en lo más lejano?
Abdel
El torbellino gira vertiginosamente todavía en esa memoria de besos que no he dado, salvo en el reflejo de las aguas oscilantes en las que contemplas tu hermosura. Si naufragó el amor en ese remolino fue procurando alcanzar el fondo oscuro y suave de los besos.
Madja
No somos. O peor, somos esto. Y es tan poco, que los besos se han perdido entre aludes de distancia o en el sonoro recato de algún vórtice; entre otros tantos besos y bocas caminantes, entre ojos escasos de errantes paraísos. Sí, entre cuerdos, entre agónicos con sonora petulante de sopapo y entre cuerdos de formales alfabetos en los ojos. Por eso seguimos subiendo al polo lejanísimo de nuestra antigüedad, anterior a todo cuanto ha sucedido.
Abdel
Sí, lo sé... así se fue perdiendo en las tinieblas mi corazón, que solo escuchaba palpitar el tuyo. Y el abrazo, ese que tanto ansiábamos, caía en tus aludes de distancia. Sí. Las bocas que besé siguieron su camino. Los ojos en los que me miré no guardaron jamás tu paraíso. Transitamos el túnel de la noche, y tú estás quizás aquí a mi lado y sin embargo no te veo y no alcanzo a tocarte, porque te imagino allá, detrás de aquellos antípodas distantes....
Madja
Sí. Aquí, en estas antípodas de pinos y araucarias, donde resuena un lánguido bandoneón. Estoy mirando al Norte, tocando con mis dedos el aire de jazmines. Entre trigos y vendimias el sol me besa las sienes y rubrica mi pelo. Desatando los ojos miro hacia donde estás mirando y aunque sé que nunca podrás tocarme, te he mirado y tú desde lejos me miraste y nos hemos visto como ausencias presentes, como sombras que viajan con las olas...

Abdel
No he dejado de tocarte nunca querrás decir. Te he tocado con la piel amante de una palabra, con el suspiro marino que te susurra el viento, con el olor a pinos y araucaria que mencionas. Porque soy yo quien te toca cuando el vino se asoma a tus labios. Porque soy yo quien te toca cuando una canción resuena a tus oídos, cuando sueñas en la tersura del oleaje, o en este pecho firme que guarda un corazón que es tuyo, o cuando descubres el sabor de los frutos. No he dejado de tocarte y lo sabes muy bien, cuando despiertas.
Madja
Nadie creerá que degustamos un eco inédito, un lugar piadoso donde maceramos la voz y las palabras, que hemos calculado economía para que viajen a decir estas verdades. Hemos sopesado los altos beneficios que se esconden tras vocablos que se fugan por los resquicios de la virtualidad. Vos y yo perfectos anónimos, descubrimos que tenemos una antorcha en cada mano para remontar los laberintos y llegarnos con estas rosas de poesía.
Abdel
Y al fin, en ese lugar sagrado empiezan los rituales. Afuera está el holgorio o la tragedia, la luna desangrada. Afuera las noticias y sus diarios. La multitud enardecida. Los calendarios, las citas, los horarios. Adentro solo paz compartida en una ceremonia que adereza el tiempo con sus minúsculas manecillas. En realidad es este lugar donde el tiempo se olvida. Donde transcurre sin medidas y en el que cada beso es ceremonialmente luminoso. Andas desnuda sin saberlo y no sientes ya el frío porque has hallado al fin la íntima hoguera de mi pecho.



Autores: Mónica von Müller y Fernando Urena Rib.

lunes, 12 de abril de 2010

"Intemperie"



Estas ahí y sos a la intemperie
estás de pié en el otro mundo
desguarnecido de los otros
y de vos mismo.
Ayer sólo existió la palabra
para estar y refugiarte
la soñaste como a un ángel
para que regrese a contarte
de aquella que canta tu liturgia.


Él ahora entró por tu ventana
cerca de la medianoche
se desnuda lento mirando esquivo
se quita las alas
y luego las extiende
sobre el teclado del ordenador.

Sentís que existe el mensaje
para estar y cobijarse
para ser crear y perpetuar.

Mandato que nombre a tu intemperie
la quiera desmentir pero la afirme…