jueves, 28 de diciembre de 2006

"Mirada"




Candelas de mi noche
desveladas e inciertas
luces intermitentes
que se reflejan en el iris
moteado de líneas doradas.
Se internaron en las sombras
y rescataron tu nombre.
Se volvieron eléctricas
y como un ángel
se agigantaron sin dejar sombra.
Lo que hizo la mano
al escribirte y volver a nombrarte
ellas vibraron asintiendo.
He vuelto al portón sin aldabas
al llamador vacío
al timbre sin sonido.
Soy un camino que no tiene fin
una cinta de asfalto
que desemboca en avenidas.
Ya no sé si soy
hoy acabo de hacerlo
y talvez me cueste la vida.
Pero me dejé llevar
y mi sombra llora.
Es la mirada de estos ojos
que se proyectan en aquellos.
Sin olvidar
crecen, se agiganta
mi silencio
en una extraña hoguera
y arde
de nuevo
su recuerdo.

1 comentario:

Alejandro dijo...

Hay llamas que jamas se apagan, noches de incendio y dias de hogueras, pero siempre esta el unguento que calma nuestras llagas.