martes, 4 de agosto de 2009





Dentro de mí navegan los presagios
como brisas descolgadas de nostalgias
razonando emociones en teoremas.
Dibujo con mi pié desnudo
el volcado contorno de la hierba
las amapolas son un borde rojo
moviéndose en latitud de sangre
a lo largo y ancho de sus nervaduras.
Transmigraré tal vez en luciérnaga gigante
alas de puro néctar transparente
hacia el ilimitado mar donde la luna
copula con el agua que absorta la refleja.
Con su prestado movimiento voy a caminar
hasta esa línea y se mojarán mis pies y mis pupilas
me cerniré hasta que de mí no quede nada.
Nada de nada,nada más que vida...

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