miércoles, 7 de octubre de 2009

"Ausencia presente"






Porque tu voz ya no es sonora
a veces me llamo por mi nombre con tu voz.

Cierro los ojos me invade el azul de tu agonía
llegas disonante hasta mi pecho
y me dejas un hueco de ventana abierta.

Aunque tu voz ya no es sonora
me llamo por mi nombre con tu voz
escribo un epitafio con mis lágrimas
e insomne te velo con el riguroso luto
de las parcas mojadas de tristeza.

Quiero volver a escuchar mi nombre
si te llamo con tu voz.

Mientras la poética señal de tu presencia
se evade en el azul de los silencios.

5 comentarios:

Juan Antonio dijo...

Mónica

En nuestro corazón se producen diálogos que van más allá de la realidad, pero que llenan un vacío.

Pero la fe hace que los sueños se hagan realidad y vuelva a llamarte con su voz y tú a escucharlo en las verdes y delicosas praderas del alma.

Un abrazo.

Juan Antonio

Lía. dijo...

Mónica, en los absolutos que brindan los sueños es posible siempre reanudar la senda en la que alguna vez hubo necesidad de detenerse... las conciencias y las voces jamás se acallan por lo que tu escrito tiene esas certezas que brinda el corazón y que despiertan el alma, siempre es grato hacerse llamar por quién uno ama; aun cuando en sus silencios disimule las ganas que tuviese de querer nombrarte.
Lindísimo texto, un gusto y un abrazo.

Dani Clemente dijo...

voces que ya no se oyen pero se oyen dentro de uno... que duro es decir adiós
y que bien lo contaste por cierto
me encantó lo de "azul de los silencios"

Anónimo dijo...

Saludos =D!
No me habìa dado cuenta sino hasta hace poco que me habìa respondido el comentario que le haice algùn tiempo.Le acabo de enviar una respuesta al mail que figura en su perfil.

Espero su respuesta =)!

Ein

FRANCISCO PINZÓN BEDOYA dijo...

Me sigue agrandando leerte

Ahora... te sigo